Forma una mentalidad que permite armonizar rigor y rapidez en la búsqueda y procesamiento de información, junto con la habilidad para adelantarse a los hechos con conocimientos específicos sobre imagen, reputación corporativa, relaciones con los medios e innovaciones tecnológicas asociadas con el vínculo empresa-sociedad.El periodista del siglo XXI debe tener una sólida formación integral y reflejos bien entrenados, enfentando desafíos que trascienden los conceptos conocidos y los métodos habituales. Ya no es un sujeto en una redacción encerrado entre cuatro paredes, ni un profesional que se limita a capturar primicias en medio de un vértigo electrizante.
No sólo debe manejar las herramientas periodísticas tradicionales, sino también dominar con eficiencia el fenómeno comunicacional en todas sus variantes. Se abre así un campo particularmente fértil para extender el radio de acción del periodista y desplazarse hacia el mundo de las empresas, las instituciones públicas y privadas, las organizaciones no gubernamentales.
La orientación en Comunicación Institucional desarrolla una mentalidad que permite armonizar rigor y rapidez en la búsqueda y procesamiento de información, junto con la habilidad para adelantarse a los hechos con conocimientos específicos sobre imagen, reputación corporativa, relaciones con los medios e innovaciones tecnológicas asociadas con el vínculo empresa-sociedad.